jueves, 5 de abril de 2012

MALA PRAXIS


Villa Allende debe resarcir una mala praxis médica 
Junto con una profesional deberá abonarle más de 600 mil pesos a un paciente que fue dado de alta negligentemente y quedó con una seria discapacidad por una infección mal tratada.
La Sala Penal del TSJ rechazó la casación interpuesta por la apoderada de la Municipalidad de Villa Allende -tercera civilmente demandada- y confirmó lo resuelto por el Juzgado Correccional de 4ª Nominación, que responsabilizó a la médica Milagros Vaz Oxley por el delito de lesiones culposas, imponiéndole 2.000 pesos de multa y un año y seis meses de inhabilitación especial para ejercer la medicina.
Además, el a quo hizo lugar a la demanda deducida por el damnificado Hugo Diego Godoy por derecho propio en contra de Vaz Oxley y la Municipalidad de Villa Allende, mandándoles a pagar in solidum $23.302 en concepto de daño emergente, $201.629 por lucro cesante y pérdida de la chance y $386.700 por daño moral.
La letrada cuestionó la motivación del fallo en orden a la condena de la acusada al entender que su comportamiento era atípico.
Concretamente, señaló que no tenía necesidad de practicar más estudios o análisis antes de dar de alta a Godoy.
El Tribunal enfatizó que no podía prosperar el argumento relativo a la atipicidad del accionar de la imputada postulando su absolución desde que la pretensión de la recurrente claramente no asumía los hechos tenidos por ciertos por la juzgadora, los cuales encuadró legalmente en el tipo penal de lesiones culposas.
Alta
Así, la Sala precisó que en la sentencia –contrariamente a lo pretendido- se tuvo por cierto que el alta del paciente fue dispuesta por la condenada, medica de guardia, quien por su rol dentro del nosocomio municipal era la responsable de los internados.
“El fallo asume así que la externación de Godoy no fue voluntaria, sino dispuesta por dicha profesional, y que su accionar fue negligente pues tomó tan seria decisión sin previa realización de los estudios necesarios para corroborar que se encontraba fuera de peligro; más aún cuando días antes le habían modificado la medicación debido a la gravedad de la infección que padecía”, enfatizó.
Proceso
En esa línea, subrayó que existe una relación de causa-efecto entre la iniciación del proceso dentario (flemón) por el cual la víctima acudió al hospital y las patologías infecciosas que le causaron luego un debilitamiento permanente en la función de sus miembros superior e inferior izquierdo; una inutilidad permanente para el trabajo de albañilería; una enfermedad neurológica (síndrome piramidal izquierdo) probable o ciertamente incurable y dificultad en la pronunciación de la palabra de carácter permanente.
El TSJ puntualizó que Vaz Oxley desatendió indicadores y no ordenó practicar estudios que le hubieran permitido comprobar que la infección dentaria inicial, lejos de estar controlada, se había instalado en los pulmones de Godoy. “No basta con que el diagnóstico y tratamiento administrado sea el correcto, sino que es necesario que el profesional verifique la efectividad de aquél; más aún si se autoriza al paciente a retirarse a su domicilio y se trata de personas de escasos recursos e instrucción, por tanto con mayores dificultades”, acotó.
Conclusión
Por lo tanto, el Alto Cuerpo concluyó que, conociendo la médica los motivos de la internación de Godoy y sus características, debió ser más cuidadosa en la prevención de posibles derivaciones del cuadro infeccioso que padecía.
Sobre la crítica a la suma mandada a pagar por el rubro daño moral, el TSJ valoró que en modo alguno lucía arbitraria o absurda, reseñando que el a quo consideró que el monto reclamado no era excesivo teniendo en cuenta el daño sufrido y las secuelas de carácter permanente en la salud de la víctima, con repercusión en lo laboral, afectivo y social, plasmando que señaló que la enfermedad neurológica afectó su capacidad de leer y escribir y su memoria, lesionando también su autonomía, ya que requiere de ayuda para buena parte de los actos que desarrolla en la vida cotidiana, lo cual, en una persona joven, importa un sufrimiento de gran intensidad.